Es cierto que el nivel del VIPS ha bajado bastante, aunque las tortitas siguen siendo de las mejores. En este en concreto no comí mal, aunque se podría mejorar. Eso sí, el camarero majísimo.
La comida es buena, aunque es caro. El arroz ciego muy rico, algunos granos algo duros. Las costumbres del local son muy rancias con el protocolo: sujetar silla a la señora y dar la cuenta al señor.
Es el lugar ideal para descansar. Está muy limpio y cuidan los detalles, la cocina es muy completa, se cocina muy a gusto. Si vuelvo a Formentera, repito seguro.
Es una de las playas más emblemáticas de Formentera, aunque también es la que más llena está y según la época del año y la hora puede agobiar un poco.
Maravillosos sándwiches tipo Rodilla, pero que han conservado su precio (0.90€). Mis favoritos: puerros con jamón y queso con anchoa.
